Los productores de chorizo de Soria han cambiado sus planes y ahora buscarán obtener directamente la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para su producto. Esto implica un compromiso inicial de seis empresas que etiquetarían al menos 280.000 kilos de chorizo en el primer año, con el objetivo de lograrlo para 2026. Esta decisión fue recomendada por la Junta de Castilla y León a través del Itacyl, y según Teo Martínez García, presidente de la Asociación de Fabricantes de Chorizo de Soria, y Alberto Santamaria, presidente de la Cámara de Comercio, representa un paso más sólido que la marca de garantía. Ahora se ampliarán los informes y se trabajará para cumplir con las exigencias de la IGP, que será solicitada a Bruselas por la Junta de Castilla y León.
La Asociación de Fabricantes de Chorizo de Soria cuenta actualmente con seis miembros, aunque se estima que hay alrededor de quince empresas elaboradoras de chorizo en la región. El proyecto está abierto a todas las empresas interesadas en unirse, pero se espera un mayor interés una vez que se obtenga la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Teo Martínez destaca el respaldo de la asociación por el éxito del Torrezno de Soria, compartido por muchas empresas. Alberto Santamaría resalta el prestigio del apellido ‘de Soria’ en el sector agroalimentario, asociado a productos de calidad y tradición bien establecida. El chorizo cumple con las condiciones para obtener la IGP, al ser un nombre históricamente utilizado y tener una buena reputación. La IGP ofrece una protección mayor que la Marca de Garantía y se sitúa por debajo de la Denominación de Origen, reservada para pocos productos.
Los fabricantes de chorizo destacan que el clima de Soria, situado por encima de los 1.000 metros de altitud, junto con la calidad natural del producto y su tiempo de curación, son sus principales diferenciadores. Solo utilizarán carne de calidad extra y las variedades calibre fino, sarta y cular serán protegidas bajo la IGP. Esta decisión confiere al chorizo de Soria un perfil estratégicamente distinto, con una protección más sólida incluso fuera de España, en un mercado competitivo donde solo dos productos cuentan con IGP: el chorizo de Cantimpalo y el de La Rioja.
Tanto la Cámara como los productores aseguran que trabajan pensando en el futuro, con proyectos fundamentados en una base sólida. Teo Martínez señala que el objetivo de Soria es contar con una amplia variedad de productos con marcas de garantía o IGP, aprovechando la inercia positiva de los fabricantes para proteger el patrimonio agroalimentario de la provincia. Por su parte, el presidente de la Cámara destaca la identidad propia de Soria en el sector agroalimentario, un activo ganado a lo largo de décadas y fundamental para la economía, el empleo y la imagen de la provincia. Santamaría reclama el cuidado y la potenciación de este apellido para impulsar otros productos agroalimentarios de la región.
Fuente: Soria Noticias