Soria, con una altitud media de más de 1.000 metros, se ha consolidado como destino para miles de colmenas procedentes de la Comunidad Valenciana, donde las abejas enfrentan sequías y falta de floración durante el verano. Desde enero se han registrado 137 movimientos con un total de 29.500 colmenas trasladadas a la provincia, aprovechando las condiciones favorables de temperatura y floración que permiten la recolección de miel en la temporada estival.
Actualmente, Soria cuenta con 8.413 colmenas en 356 explotaciones, aunque solo 12 se consideran profesionales, entre ellas la de Mari Carmen Lozano y Paco Salcedo, quienes gestionan la trashumancia de sus abejas buscando siempre entornos que garanticen alimento y condiciones óptimas de temperatura. Destacan que esta actividad requiere una planificación constante y una atención exhaustiva a los cambios meteorológicos que puedan afectar a la floración.
La trashumancia apícola en Soria no solo asegura la supervivencia de las abejas, sino que también contribuye a la obtención de mieles puras y de alta calidad, procedentes de flores silvestres y libres de aditivos. Las abejas recolectan néctar y polen que almacenan para otoño e invierno, siendo clave garantizar agua limpia, buena ventilación y evitar ruidos y vibraciones, así como la cercanía de pesticidas y monocultivos que puedan comprometer la producción.
Fuente: Heraldo Diario de Soria