La industria agroalimentaria de Castilla y León atraviesa un proceso de concentración empresarial, reduciendo el número total de compañías pero aumentando significativamente aquellas de mayor tamaño. En el último año, el número de empresas se redujo a 2.807, 60 menos que el año anterior y 345 menos que hace cinco años. Sin embargo, se triplicaron las empresas con entre 200 y 249 empleados, representando ya el 14,1% del total nacional. Este fenómeno se interpreta como una evolución hacia una estructura más sólida y sostenible del sector.
Según el informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, también aumentó el número de empresas con entre 10 y 49 trabajadores. Las más afectadas han sido las microempresas de menos de 10 empleados, que ahora representan el 79,3% del total en la región. Aun así, Castilla y León mantiene un peso significativo dentro del sector agroalimentario nacional, siendo la tercera comunidad con más industrias, por detrás de Andalucía y Cataluña.
En términos de empleo, el sector dio trabajo a 44.511 personas en la región, generando 586 nuevos puestos en el último año. Cerca de la mitad de las empresas están ubicadas en localidades de menos de 2.000 habitantes, y su presencia contribuye al mantenimiento y crecimiento de servicios básicos, lo que favorece la repoblación y el desarrollo rural. Este impacto económico y social ha sido destacado por representantes empresariales como esencial para el futuro del territorio.
La facturación del sector agroalimentario en Castilla y León alcanzó los 16.280 millones de euros en 2023, con un crecimiento del 13,6%, el mayor entre todas las comunidades. Aunque parte de este aumento se debe a la inflación, también refleja una estrategia de expansión hacia nuevos mercados. A pesar de una ligera caída en la inversión, atribuida a la incertidumbre jurídica y económica, el sector mantiene una rentabilidad superior a la media nacional y unas sólidas perspectivas de futuro, según Vitartis.
Fuente: Heraldo Diario de Soria